Ayer al mediodía nos enterábamos de la destitución fulminante de Tomás Gómez. No voy a entrar en si está bien o no pues no conozco al interfecto lo suficiente como para opinar sin equivocarme, si diré que la forma en que se ha hecho no me ha gustado nada, parecía más propia del ordeno y mando de tiempos pasados.
Una de las cosas buenas que si hanría que reconocerle a Tomás es el hecho de haberse enfrentado al PP con el tema de la privatización sanitaria en la Comunidad de Madrid, supo movilizar a las masas y consiguió impedir que se llevara a cabo ese proyecto privatizador, es algo que le deberán los ciudadanos de Madrid sean de la ideología que sean; no se lo han reconocido.
Que el P.S.O.E. tuviera malas expectativas de victoria en Madrid es un hecho cierto pero no solo en Madrid sino en toda España si exceptuamos Andalucía aunque con la aparición en escena de Podemos igual acaban por amargarles este dulce.
Probablemente la presencia de Tomás Gómez fuera un handicap para los socialistas madrileños pero igual podrían haber hecho las cosas con un poco más de tacto y de mano izquierda; seguro que tanto el PP como Podemos aprovecharán el show montado por el P.S.M.
Lo que si que me ha chocado enormemente es que apenas pasadas unas horas (ayer por la noche) el diario El País ya colgaba en portada una encuesta en la que tras esta destitución fulminante el PSOE se colocaba como primera fuerza política en Madrid.
No es de recibo. Una encuesta lleva tiempo en prepararla, realizar las preguntas pertinentes a no menos de mil y pico indivíduos, contabilizarlas, estudiarlas, analizarlas, sacar conclusiones y eleborar el gráfico correspondiente y eso no se hace en unas pocas horas sino en varios días.
Expresar de modo más conciso esta opinión anoche supuso el ataque de algunos supuestos militantes socialistas en una determinada red social.
No me gustan ciertos comentarios, no en este caso en concreto sino en cualquier otro, que realizan algunas personas cuando se sienten amparadas bien por el anonimato o bien por un grupo que aplaude ciertas ideas y comportamientos y aprovechan para insultar, difamar y poner devuelta y media a aquel que ose discrepar de los plantemiemtos del primer opinador.
El caso es que yo me alegraría si el PSOE ganara no solo en Madrid sino en toda España pero este no es mi PSOE, este PSOE no tiene nada que ver con aquel que ganó las elecciones de 1.982 ni sus militantes se parecen en nada. Bueno por no parecerse ni siquiera se parecen los dirigentes de entonces a como son ahora esos mismos dirigentes tras las conocidas puertas giratorias, alguno ha perdido el norte por completo.
¿Tan dificil les resulta aceptar que haya militantes y/o simpatizantes que no les gusten estos métodos?. Esta es la pregunta que me hago respecto a esas personas, supuestos militantes o simpatizantes socialistas, que no aceptan la discrepancia que no la aceptan ni la permiten.
Tomás Gómez y su número dos dimiten como diputados y dejarán su acta en los próximos dias, se habla de la semana próxima.
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